Domos geodésicos de lona, cómodos refugios en destinos ecoturísticos de México.

Un negocio que ofrece felicidad infinita

Domos geodésicos de lona, con estructura de madera y metal, se transforman en cómodos refugios para descansar en destinos ecoturísticos de México. Además, constituye una oportunidad de inversión.

Susana Sánchez G. es una emprendedora mexicana que busca crear la primera cadena de glamping en México. Se trata de domos geodésicos de lona, con estructura de madera y metal que se transforman en los más cómodos refugios para descansar en destinos turísticos ubicados en medio de un bosque o frente a un monolito.

Actualmente Cool Glamping, su emprendimiento, cuenta con dos sedes: Otomí, en el Estado de México y Bernal, en Querétaro, y prevé inaugurar un total de 10 sedes durante este 2021. Las próximas aperturas serán en Reino Animal, en Teotihuacán, Estado de México; Los Azufres, en Michoacán y Riviera Nayarit, muy cerca de Sayulita. Cada domo está equipado con camas y baño propio con agua caliente por lo que ningún viajero tendrá que preocuparse por dormir en el suelo o compartir regadera. Incluso, hay domos que cuentan con alberca.

Pero además de brindar este servicio al viajero, Susana también ofrece una oportunidad de inversión para emprendedores que quieran incursionar en el mercado de bienes raíces, a quienes ofrece rentabilidad de hasta el 10% anual.

Foto: Cool Glamping

El ideal de una niña

La emprendedora recuerda que la semilla emprendedora se implantó en ella a sus 12 años, cuando vivió el desempleo de sus padres. “Casi en la misma fecha, ambos se quedaron sin empleo y la estabilidad económica de mi familia nunca volvió a ser la misma” comenta.

“Supe entonces lo que era crecer con un padre ausente que por ir a buscar trabajo se fue a Chihuahua y después de ahí ya no volvió a estar en casa unas vacaciones o a veces ni en mi cumpleaños. Desde ahí dije, cuando crezca no quiero depender de alguien para mi vida económica”, comparte Susana.

Entonces comenzó a ver revistas y fotos de empresarias con sus maletas y aviones y empezó a idealizar su vida. A sus 18 años decidió estudiar contabilidad porque consideró que era así como aprendería el arte de administrar una empresa. A sus 19 años llegó a sus manos un libro que le cambiaría la vida para siempre: Padre rico, Padre pobre, de Robert Kiyosaki.

“Fue ahí cuando conocí la educación financiera”, afirma. Tras la lectura decidió invertir en entrenarse. “Sobre todo algo que se me quedó muy grabado era que si yo quería ser empresaria me tenía que juntar con empresarios”.

Vivió entrenamientos con figuras como Grant Cardone o Tony Robbins y se dio cuenta de que en Estados Unidos los negocios se hacen distinto que, en Latinoamérica, que considera una tierra llena de oportunidades.

Su primer proyecto fue un desarrollo inmobiliario. “Desde que llegué a los bienes raíces me apasioné, sobre todo porque yo me declaro amante y precursora del hacer dinero sin tu propio dinero”. Eso es lo que le enseña a la gente su academia de bienes raíces y la razón por lo que dio vida a un fondo de inversión inmobiliaria hace tres años.

Encontrar la oportunidad en la crisis

Durante el confinamiento para evitar la propagación del COVID, Susana observó en los desarrollos de domos geodésicos una oportunidad. “Con el proveedor de domos, Cosmotec, vimos un crecimiento de demanda hacia el ecoturismo, principalmente hacia glamping”, comenta la empresaria.

Y es que la gente no podía viajar en avión, le daba miedo también a un autobús o viajar largas distancias con más personas, pero si tenía un auto, encontraba una oportunidad de escaparse de la vida cotidiana pues ya estaba cansada de las cuatro paredes.

“Con mi mentor Tony Robbins aprendí que el ser humano tiene seis necesidades básicas y una de ellas es la variabilidad. Es decir, no puede estar en un solo lugar siempre y es ahí en donde veo en el glamping una oportunidad”, cuenta Susana.

Foto: Cool Glamping

Un negocio muy cool

El objetivo es abrir 100 destinos alrededor del Latinoamericano. El nombre surgió de ¡Qué cool!, expresión de sus inversionistas al mostrarles los desarrollos y de la figura de infinito que se forma con la palabra. “Mi visión es crear una empresa que tenga un principio, pero no un final. Que ofrezca felicidad infinita a nuestros huéspedes, a nuestros colaboradores y, por supuesto, a nuestros inversionistas”, afirma la entrevistada.

La ventaja de los domos geodésicos es que son eco friendly y representan una inversión mínima, comparado con lo que resultaría levantar una cabaña, por ejemplo. Se pueden invertir desde 20,000 dólares y generar utilidades libres de 800 dólares mensuales, asegura la empresaria. ¿Cómo funciona el modelo? Hay dos caminos: el primero, eres dueño del activo, es decir del glamping, que colocas en uno de los terrenos turísticos de Susana y ella lo administra.

“Hacemos un contrato de administración inmobiliaria y se le cobra un 20% por concepto de administración”, puntualiza. “Una ubicación promedio, está generando con una proyección conservadora, un ingreso mensual de 60,000 pesos”. Dentro de los servicios que ofrece Cool Glamping incluye la renta de los destinos (la parte de la tierra); la administración del recurso humano (la administración hotelera); la publicidad para que sí o sí haya hospedaje, el software de reserva, los proveedores, seguridad y fianzas jurídicas.

“Algo muy importante en el caso de la administración del domo es que casi prácticamente el 100% de los gastos son variables. Por ejemplo, si se renta, el inversionista paga renta de terreno; si no se renta, no paga nada. Si se renta, pagamos mantenimiento, insumos, proveedores, de lo contrario, no. Eso a diferencia de un negocio tradicional, se vuelve muy rentable porque no buscamos que te coma la renta” dice la emprendedora.

El segundo camino para invertir con Cool Glamping es formar parte de la SAPI en donde el interesado coloca capital y tiene garantías de acciones, respaldadas por tierras o los mismos domos propiedad de la empresa.

Cuando el inversionista opta por el primer modelo no solo es dueño del domo, también de los muebles del interior, e instalaciones hidráulicas, que pueden mover cuando así lo decida, e instalarse en el terreno que más rentable le resulte. Susana dice que tiene aproximadamente 50 inversionistas interesados en este modelo, algunos de Estados Unidos y Colombia.

Foto: Cool Glamping

Ganar en equipo

Cool Glamping es una empresa muy joven, a penas empezó operaciones de sus destinos en mayo pasado, pero ha logrado conjugar varias necesidades bajo un negocio: de la gente que tiene terrenos, pero que no tiene el capital para colocar un hotel y o los domos; la de las personas que tienen el dinero para colocar el glamping pero no cuentan con el dinero para comprar el terreno y la de quienes quieren invertir su dinero en un negocio con atractivos rendimientos.  

La empresaria sigue analizando terrenos que quieran sumarse a su negocio a nivel nacional e internacional. Se encuentra analizando ubicaciones en Cusco, en Perú; Bogotá, Colombia y Costa Rica. Es importante resaltar que los terrenos susceptibles a hacer negocios con Susana deben estar libre de cualquier litigio, ubicarse en zonas turísticas seguras y tener acceso a servicios o a su instalación.

Susana es optimista en el futuro éxito de su modelo. Dice que en México no existe ningún destino con domos geodésico que tenga más de 10 glampings porque quien lo está haciendo, va solo. “Nuestra filosofía es hacer equipo y somos apasionados en ello. Prefiero tener 100 destinos y ganar el 1% que querer el 100% de un destino”.

Cool Glamping prevé inaugurar un total de 10 sedes para este 2021. Las rentas para los turistas que se quieran hospedar en los destinos van desde 2,800 pesos por un domo pareja entre semana y 3,500 en fin de semana, mientras que un domo familiar cuesta 3, 800 pesos entre semana y 4,500 en fin de semana.

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