Los retos de la vivienda unipersonal: crece la demanda, pero escasea la oferta
En 2035 se sobrepasarán los 5,7 millones de hogares unipersonales. El colectivo de personas que viven solas –formados por jóvenes, solteros, viudos o divorciados– es el que más crece en España según la Proyección de Hogares 2020-2035 del INE. Su progresión supone uno de los mayores desafíos para un sector inmobiliario que debe ser capaz de responder a sus demandas más allá de reducir la superficie de la vivienda.
“Efectivamente, hemos detectado un aumento paulatino de este tipo de perfil entre nuestros clientes en los últimos años”, explica Toni Expósito, consejero de la Asociación de Empresas Franquiciadoras Inmobiliarias de España (Aefie). El portavoz de esta agrupación de siete de las principales redes inmobiliarias franquiciadas, recuerda que además de su número creciente hay que valorar su realidad de “ser un colectivo heterogéneo, que responde a la configuración y tendencias de una sociedad en la que encontrar pareja y tener hijos ya no es la única aspiración vital”.
Un colectivo diverso que se enfrenta a un precio medio de venta por vivienda de una habitación de 161.000 euros, y 710 euros al mes en alquiler. La estimación es de Coword, una asociación nacida entre profesionales del sector para promover espacios inmobiliarios compartidos.
El coliving, y sus variantes, es una de las respuestas del sector junto a una rehabilitación del parque de inmuebles acorde a la nueva estructura social. Pero de momento la regulación sobre vivienda y los propios planes urbanísticos dificultan la puesta en marcha de muchas de las soluciones. Y a la espera de una respuesta, la demanda de la vivienda unifamiliar no deja de crecer.
¿Se adapta la oferta a la demanda del ‘single’?
“Las soluciones para este tipo de vivienda están bastante limitadas, aunque en las grandes ciudades sí pueden encontrarse promociones o edificios con apartamentos que pueden dar respuesta a este colectivo”. Pero en opinión de Daniel Cuervo, director general de Asprima (Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid) “de cara al futuro, sería necesario adaptar las soluciones habitacionales para viviendas de una sola persona”.
Para Marta Domínguez, experta en sociología urbana y profesora de la Universidad Complutense de Madrid, “España se ha incorporado a esta tendencia más tarde que otros países, pero lo hará más aceleradamente”. En su opinión, la evidencia es que lo que se entendía como familia dominante (una pareja con hijos) hoy convive con multitud de modelos, entre ellos las familias de una única persona. Además, “una persona a lo largo de su vida va a pasar tal vez por varios periodos de unipersonal como joven soltero, rupturas de pareja sin hijos o con hijos, en la vejez, desplazamientos laborales temporales, etc.”.
En conclusión, para Domínguez: “Los hogares unipersonales necesitan de más vivienda en alquiler, mas móvil, más flexible, con preferencia en el centro acorde a su estilo de vida, y de diversas tipologías y precios. De otro modo, se está redireccionando esta demanda hacia el piso compartido o a la vivienda en mal estado de los mayores, etc”.
En la experiencia del agente inmobiliario, “el mercado se va adaptando a la demanda de la sociedad”. Pero Expósito cree que “es cierto que los hogares están enfocados a esa familia tradicional, lo que no es extraño, si tenemos en cuenta que el 45% de los actuales inmuebles se construyeron entre los años 60 y 80, respondiendo a la demanda del momento”.
“Estamos en un ecosistema normativo donde en muchas ocasiones se da a los edificios usos exclusivos, lo que es un anacronismo intolerable”, explica el arquitecto Josemaría de Churtichaga, del estudio Churtichaga + Quadra Salcedo. En su opinión, la normativa no debe entender solo el edificio como “un sumativo de viviendas”, también como espacios de trabajo o de relación: “Incluso la ciudad histórica era más sabia en esto, a principios del siglo XX un edificio albergaba a la vez viviendas, incluidas de distinto estrato social, talleres, tiendas, oficinas y no pasaba absolutamente nada”.
Para Araceli Martín-Navarro, presidenta de Coword, “es evidente que la oferta actual de productos unifamiliares que pretenda atender a esta demanda tiene que adaptarse en todos los sentidos”.