Las casas del futuro
Viviendas del futuro. La casa de 60m2 que costó 5000 dólares y fue hecha por el cliente
Adiez minutos de la ciudad de Alta Gracia, Córdoba, y a metros de un río, el estudio STC Arquitectos proyectó una casita de 60 metros cuadrados construida íntegramente con materiales reciclados. Tubos rescatados de la industria petrolera, maderas de demoliciones, retazos de caños en puertas y ventanas, y hasta un antiguo machimbre por piso, entre otros, dieron forma a un concepto donde además el cliente construye su propia vivienda, achicando tiempos y costos de mano de obra.
La encantadora sencillez
El Refugio en La Paisanita cautivó a las revistas especializadas más prestigiosas del mundo, que posaron sus ojos en este modelo de vivienda 100% sustentable, accesible y posible de adaptar en distintas geografías. Y por menos de 5000 dólares. “Cuando hablamos de la casa del futuro generalmente pensamos en sofisticados artefactos industrializados, dispositivos autónomos e inteligentes, conceptos que siempre han estado y crecieron con nosotros a lo largo de los años, inculcados desde la televisión, el cine o algún libro de ciencia ficción. Desde la arquitectura conocimos al Archigram y a los metabolistas japoneses, con sus ciudades que caminan, mutan, crecen y se transforman. Proyectamos un futuro perfecto para una sociedad idealizada y homogénea, pero ajena a nuestra realidad latinoamericana, con sus poblaciones desiguales y complejas. Construimos imaginarios inalcanzables y a los que unos pocos pueden acceder” coinciden Iván Castañeda, Juan Salassa y Santiago Tissot, autores de obras de gran porte como el Centro Cultural Córdoba, pero que en este refugio demuestran su habilidad para trabajar también con la escasez. “Nuestras realidades nos obligan a pensar nuevos paradigmas, acordes a nuestras situaciones, recuperando valores del pasado y considerando, a su vez, un nuevo territorio: el construido”.
La casa aldea
“En 2007, siendo aún estudiantes, participamos de una experiencia constructiva con el arquitecto Japonés Hiroshi Hara, en la Universidad de Córdoba. La Casa experimental aplicaba los conceptos estructurantes de su filosofía del habitar, poniendo en crisis el concepto de la Máquina de Habitar de Le Corbusier, en el que cada elemento de la vivienda es indisociable del resto, un engranaje que no permite modificación.
Hara incorpora en este experimento la idea de ‘Ciudad discreta’:
- Propone el concepto de conectividad y privacidad: cada persona elije cuánto estar conectado con el resto, y cuándo no.
- La idea consiste en módulos espaciales que conforman una red aleatoria entre los integrantes de la vivienda, y entre sus vecinos.
- Este modelo se lleva a cabo mediante la autoconstrucción, donde cada habitante puede ampliar, desarmar y volver a armar su unidad habitacional, dando respuesta a diferentes composiciones sociales”.
Ensamblando partes
“Si comparamos la industria automotriz con la de la construcción hay una notable diferencia en los desarrollos tecnológicos, sin embargo, el modelo fordista y su línea de montaje está replicándose de a poco en la construcción. Los arquitectos e ingenieros pudimos aprovechar muchas de las ventajas que la industrialización ofrece, creando sistemas constructivos o bien aprovechando nuevos materiales con mejores prestaciones que los tradicionales. Dadas las múltiples posibilidades de ensamble de los materiales industrializados, el trabajo en taller optimiza los plazos de una obra reduciendo tiempos y facilitando el armado. Eso simplifica el proceso y facilita el montaje de cada unidad. Y el reciclado nos ayuda a evitar costos de fabricación Inicial. El Refugio en la Paisanita toma estos valores y conceptos, da respuesta a las necesidades de la vida contemporánea aprovechando las lógicas constructivas con una arquitectura accesible para todos”.
Elementos usados: menor impacto y costos más bajos
“En nuestro planeta se producen al año más de 2100 millones de toneladas de desechos y solo un pequeño porcentaje se reutiliza. Este deterioro del medio ambiente mueve a los arquitectos e ingenieros a buscar productos de menor impacto ambiental, incorporando soluciones sustentables para nuevos diseños. La reutilización de materiales para construir, cualquiera sea su procedencia, supone un menor impacto y costos más bajos.
Caños, maderas, sanitarios, ladrillos, incluso rezagos de perfilería, suelen ser restaurados y recuperados creando nuevos espacios donde lo moderno y lo antiguo conviven en armonía. Inmersos en una profunda crisis energética, ofrece la posibilidad de bajar costos y proyectar desde estructuras modulares hasta materializar cerramientos de excelente aislación y bajo mantenimiento, con fuerte adaptación al clima local”.
Hágalo usted mismo
“El déficit habitacional crece y cada vez es más frecuente ver familias que, al no poder acceder a servicios profesionales de la construcción, hechan mano de sus destrezas para llegar a la casa propia. Esto nos obliga, como profesionales, a explorar nuevas ideas proyectuales que contemplen un cliente/constructor que levante su vivienda sin supervisión alguna. La posibilidad de trabajar con catálogos o manuales de procedimiento para acompañarlo permite que cada uno construya y adapte los recursos según el lugar y sus necesidades. Esta ‘arquitectura libre’, como la llama el fotógrafo Adam Wiseman, abre un debate sobre los modos de producción y sin duda genera un interrogante que debería discutirse tanto en los círculos académicos como en el campo de acción de nuestra profesión”.